El bisturí se utiliza para practicar incisiones en los tejidos, seccionándolos con un trauma mínimo. Existen diversos tamaños y constan de tres partes: hoja, mango y talón, que une a ambos. El tipo de bisturí más frecuente tiene un mango reutilizable con una hoja desechable. La hoja se fija al mango resbalando la hendidura dentro de las muescas del mango. Los bisturíes corrientes son de una sola hoja, aunque existen gran cantidad de modelos que se distinguen en su longitud, forma y anchura de la hoja y el mango. Existen varias formas de coger el bisturí, y normalmente el corte se dirige siempre de la izquierda del operador a su derecha y del punto más lejano al más cercano al operador.